De cien para arriba o nada
Leía un artículo sobre una niña de 4 años la cual, al parecer, goza de una inteligencia bastante envidiable; y tan es así que dicen que su coeficiente intelectual es similar al de Albert Einstein y Stephen Hawking.
Cuando terminé de leer la nota, mi mente realizó un viaje al pasado y me hizo analizar como era mi niñez en comparación con esta niña.
A esa edad yo también tenía hábitos poco tradicionales y fuera del protocolo que un niño suele seguir. Recuerdo que en aquél entonces, gozaba de estar a solas (como hasta ahora) con juguetes que me mantuvieran pensando. Nunca tuve autos de carreras para imaginar que recorría una carrera de la NASCAR. Tampoco formaba batallones de infantería con soldaditos para invadir tierras y colonizar naciones. Eso era cosa de... niños normales. Mis padres, al ver que tenía capacidades muy "despiertas" a mi edad, optaron por comprarme juegos de destreza, de ingenio; de habilidad matemática y cognoscitiva. Entre los pocos juegos que logro recordar está el "Dominó 21", que era una especie tablero en el cual había que colocar de manera precisa las 21 fichas de dominó, de tal manera que sólo sobrara un espacio. El tablero venía con dos caras y había pocas posibilidades de lograrlo, lo que lo hacía difícil pero interesante. También me compraban muchos rompecabezas de diferentes cantidades de piezas. Era buenísimo con ellos; tanto que era cosa de abrir con emoción la caja y armarlo en cuestión de horas y luego ver a mis papás con cara de "necesito algo más potente; aplíquense a la otra".
Como olvidar el rompecabezas pitagórico que me entretuvo por horas y horas armando figuras geométricas basados en colores.
En vez de comics, me compraban revistas de crucigramas y de sopas de letras. Semanalmente me dotaban de dos o tres de estas para que me divirtiera y a la vez ejercitara mi mente.
Al jardín de niños fue unos cuantos meses porque en aquél entonces no era obligatorio cursarlo y a mí me aburría convivir con otros morros y me aburría eso de colorear y hacer dibujitos estúpidos con los coditos de las pastas para cocinar. Yo estaba para cosas más avanzadas.
Ante tal actitud, mis papás decidieron sacarme y esperar lo necesario para entrar a la escuela grande. Total que ya me habían enseñado a leer mucho considerando mi edad; también me habían mostrado como hacer cuentas aritméticas básicas y lo suficiente como para entrar a la primaria de manera directa.
Al final no sé a donde rayos se fue tanta habilidad porque ya para la edad que tengo y aún no descubro la clave para ser multimillonario y que en vez de estar escribiendo estas cosas, debiera estar en un yate con dos hermosas mujeres sirviéndome fino champán viendo el bello atardecer mientras mis cuentas bancarias siguen en incremento en cada sorbo de tan deliciosa bebida. En fin.
Pero eso no es lo importante, sino que después de recordar esto quedé intrigado por saber cuál sería mi resultado de tomar una de esas pruebas y si poseo algún porcentaje por encima del promedio normal. Me picó el orgullo que una mocosa esté presumiendo tales datos. Igual y no es ella sino sus papás, pero de todas maneras me picó el orgullo. Por lo mismo me puse a buscar pruebas en línea que pudieran medir mi coeficiente intelectual para saber a quien le truenan más chido los chicharrones.
Como dato curioso, si leyeron la nota, sabrán que "MENSA" es la institución internacional encargada de concentrar a las mentes brillantes. Más hilarante no podría ser algo como: "Hola, me llamo Tifanny y pertenezco al grupo de Mensas más inteligentes del mundo."
Después de revisar varias opciones, mi búsqueda me llevó a la conclusión de que no existe ninguna prueba única que nos pueda sacar de dicha duda. No por tomar una prueba, o dos o tres, sabremos que tan brutos o superdotados somos. Para poder obtener un resultado que indique que nuestro cerebro debería estar creando poderosas armas de destrucción masiva, se requiere de diversos estudios complejos. No es la primera vez que tomo uno de estos tests en línea, pero ya tenía un buen rato que no lo hacía.
Les voy a invitar a que realicen el que yo tomé. Únicamente tienen que acceder a este sitio (Prueba de CI) y seguir las breves instrucciones.
Nota, yo no hice anotaciones en papel porque eso es muy de tontitos. Si es que quieren estar en las mismas condiciones que yo lo hice, hagan sus cálculos de manera mental. Igual y por eso me salieron mal como 3 reactivos pero al menos no utilicé papel y lápiz.
La prueba es demasiada corta ya que sólo requiere la solución de 50 preguntas. Se tiene un límite de 30 minutos y en promedio, tiene problemáticas bastante sencillas. Sin embargo, entretiene por eso 30 minutos y admito que algunas de las respuestas son bastante dudosas.
Espero que se tomen el tiempo de realizarlo. Recuerden que no hay que prestarle demasiada atención al resultado porque no se puede obtener un dato real a una prueba tan sencilla. Empezando porque son pocas preguntas, y porque es una prueba que maneja el español de España y en varios reactivos se nota.
Pero háganlo y si desean compartan sus resultados. Si no quieren no importa, lo importante es que ustedes mismos descubran que tan mentalmente dotados están.
Mi resultado no fue nada fuera de lo normal, no obtuve el "sobresaliente" que esperaba, pero al menos no salí en el nivel "estúpido".
No les enseño mi resultado para que no exista la polémica de que estoy mientiendo y esas cosas. De igual forma no les pido que regresen a decirnos como les fue. Queda en ustedes el saber la verdad.
Si obtienen menos de 100 puntos, no se sientan tristes; bien merecido lo tendrán porque seguramente ustedes son de los que ven a la señorita Laura y La Rosa de Guadalupe.
¡Suerte en la prueba!
De cien para arriba o nada
Reviewed by Novak
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sábado, abril 21, 2012
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