Cambio de ánimo



Uno se levanta por las mañanas con la mejor de las intenciones para intentar sobresalir en el día o en la vida. Cada quien tendrá sus diferentes expectativas de lo que espera recibir y lograr. Algunos nos levantamos con la intención de continuar con la rutina de ejercicio al regresar por la tarde del trabajo. Otros esperan poder conquistar a esa chica que simple y sencillamente se resiste y se hace la difícil. Quizá otros más se levantan con la idea de proponerse juntar lo suficiente para cambiar su auto a uno más nuevo y funcional. No dudo de quien se levanta con ganas de cambiar al mundo, ser mejor persona para sus hijos, esposa o para sí mismo.
Son tantos motivos que podemos tener, y todos ellos son totalmente válidos.

Pero uno no se espera que de un golpe tan tajante le congelen esas ganas. Uno no espera que le trunquen esas ilusiones por darle una mirada a otros y ver que su situación es tan complicada que es inevitable no absorber sus preocupaciones, tristezas, sus lamentaciones. No somos de piedra, somos seres humanos, y la mayoría sentimos que nos clavan una estaca en el corazón cuando vemos cosas tan crudas y crueles como lo siguiente.




La niña de la foto es Tarana Akbari, de 12 años de edad. Junto a ella yacen muertos sus amigos, familiares y vecinos. Personas que ella ama y que ya no volverá a ver. Junto a ella se desvanece la felicidad que sus seres queridos le brindaban. Así como la sangre escurre juntos a sus pies, también sus ilusiones se desvanecen con la idea de que nunca más los volverá a ver.
La fotografía fue tomada en Kabul, Afganistán, a principios del mes de diciembre en el 2011 tras un atentado de coche bomba. Fue tomada por el fotógrafo Massoud Hossaini, quien obtuvo el premio Pulitzer del 2012 por mejor foto. En ella se refleja la crudeza de la vida, la vileza de la realidad, la villanía de la sociedad, la perversidad de los tiranos y otros términos crueles por mencionar.

Venía con intención de escribir algo gracioso pero al ver la fotografía cuando recién encendía la computadora, tiré por la borda todo propósito de escribir algo para entretenerlos y hacerlos reír.
Creo que vale la pena reflexionar un poco con las lamentables desgracias que viven otras personas. Así como Tarana ha perdido todo, deberíamos todos darnos un tiempo para apreciar lo que tenemos y agradecer a nuestra suerte que no pasamos por esos problemas. Ya bastante tenemos con ver a diario que nuestro país se hunde en sus propios problemas pero que, sin embargo, no estamos ni tantito cerca de lo que se vive en países tan conflictivos por la guerra como sucede en el medio oriente.

No es una nota para ponernos tristes; simplemente para ver que hay personas en peores circunstancias que nosotros. Entender que nuestros problemas son mínimos en comparación de personas que no se las ven negras sino rojas; rojas de sangre de sus familiares muertos junto a sus pies.

Este post se lo dedico a la felicidad extinta de Tarana; quien quizá, igual y ya está muerta.

Les traeré algo más entretenido y más amigable en la siguiente entrada.

5 comentarios:

Diana. dijo...

Me pongo de pie y te aplaudo, querido.

No podemos quejarnos con cosas tan insignificantes, cuando vemos la situación de esta niña y de otra gente que pierde a su familia en conflictos bélicos.

La neta me dio tristeza ver a esa niña.

Saludos.

Alexander Strauffon dijo...

Hoy tambien vi esa foto. Tuve reflexiones similares.

✿мαяє dijo...

Siempre tendemos a cualquier cosita hacerla muy grande, cuando hay cosas que realmente están de preocuparse y no porque esta quincena no te alcanzó para comprar equis cosas, digo tenemos salud, comida, vaya lo necesario. Ay, soné como mi mamá D: jajaja.

Y me incluyo, tendía a compadecerme y bah, que flojera me daba.

Muy humano tu post, realmente da tristeza. Luego me malviajo porque qué mundo le vamos a dejar a los pequeños, tú me entiendes.

Abrazote.

Anónimo dijo...

Dijo Oliveira:
Todo es superficial, todo es epidérmico. Porque las señoras con cualquier fallecimiento que ocurre en la cuadra se vuelve muchísimo más importante que las miles de muertes en una guerra. El colmo del cretinismo pues.


No lo dijo en tan pocas palabras, pero es de lo que me acuerdo. Pero tienes mucha razón, y pienso que si no te entristeces por esas personas inocentes que no merecían morir de esa manera, no te puedes entristecer cuándo se muera algún conocido. Así de sencillo.

Saludos, Novak.

Moka Hammeken dijo...

Un rato de reflexión que sin duda muchos necesitamos esa sacudida...
Todo de golpe, todo de tajo, se va...

Se me hace chiquito el corazón no solo al ver la imagen, si no a imaginarme el momento y el después.

Saludos

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