A que le temes??

Muchas personas siempre tenemos a alguien a quien huirle, siempre hay un personaje al que no nos gusta ver o visitar. Por miedo, por temor por cobardía o cualquier otro aspecto que nos aterrorize. Ya sea porque nos han dejado inmemorables traumas de pequeños o porque su sola presencia cerca de nosotros no es nada grata.

Algunas personas le temen a:

Las enfermeras

aunque hay de enfermeras a enfermeras

Los proctólogos

ahora si que griten: Lonoooool

Los ginecólogos


sin palabras el rostro

Los dentistas

abre tu boquita papi....

Los jefes


Deja de bloggear cabróooooonn!!!

Pero a mi eso no me da miedo (no es cierto, a los proctólogos si) a mi ninguna de esas personas me incomoda, pero hay uno en específico que si me aterra. El solo hecho de saber que tengo que acudir cada determinado tiempo siento que me vuelvo loco. Cada que se acerca el día de "mi cita" me comienzo a poner nervioso, la paranoia se hace presente, los delirios por las noches , así como las pesadillas nunca hacen falta.
Luego finalmente llega ese día, te miras al espejo y "te ves mal" y entonces sabes que no hay de otra, no hay escapatoria, tienes que ir, lo necesitas urgentemente y no puede esperar ni un día mas. Te levantas y das un baño, sabes que no te puedes escapar, tu familia te dice: "¿hoy te toca ir?" y tu los mal miras por que lo sientes como una burla pero ellos te lo dicen por tu bien. Sin muchos ánimos te encaminas hasta aquél lugar donde has ido las últimas veces porque no es algo que gustes de estar pasando de un lugar a otro. Te presentas, suspiras y te dices: "Aquí vamos".

Al entrar puedes percibir esa sensación que cala los huesos, puedes ver otras personas que estan esperando antes que tú y que llegaron desde temprano para terminar con esa pesadilla antes de que se haga mas tarde.

Esperas paciente hasta que por fin te llega tu hora, apagas tu música (que era lo único que te ayuda a relajar en ese momento), miras una vez mas la foto de tu novia (o perro si no tienes) y le das la vuelta para decir tu última prorroga al santito al que te encomiendas y la guardas en tu bolsillo. El maldito que te atiende te sonrié con esa boca perversa, frunse el seño y dice con una voz tan falsa: "tome asiento joven". En ese momento te dan ganas de correr pero aguantas como los hombres o de otra forma quedarías como un cobarde ante él y la vergüenza sería pero para ti.
Esa imagen de mi en frente de esta persona en ese lugar simplemente me asusta. Esos lugares donde a uno lo atienden por lo general es frío, con gente a tu alrededor mirándote como diciendo "otra victima mas". Luego el sujeto sabe muy bien su negocio y puede sentir tu miedo y eso lo excita, lo complace y saborea ese momento, es obvio porque lo hace todo de manera mas lenta para hacerte sufrir. A un lado ves su bandeja llena de "instrumentos" bien afilados, con supuesta higiene pero bien sabes que no los ha desinfectado en mucho tiempo y que lo ha usado con muchísimas personas pero a él le vale que tu puedas contraer alguna enfermedad. La persona que te haya tocado sabe tratar muy bien a la gente como tú o como yo, sabe que no estamos por gusto y eso le provoca mil orgasmos en todo el cuerpo como si se tratara de la mismisima reencarnación del marqués de Sade. A sabiendas de esto se dispone a comenzar la tortura y te pasa una manta por el cuello cubriendote para que pueda trabajar, luego te pasa su mano suavemente por la nuca y através del reflejo de un espejo te ve morbosamente y sádicamente a los ojos y te dice... "¿Cómo lo va a querer?"...

Así es mis queridos amigos, le temo a los peluqueros, barberos o ahora llamados estilistas ((para la gente fina)(como yo)). Y tal vez para ustedes no sea la gran cosa pero para mi eso de acudir a una estética es de pensar la verdad, nunca sabes que tipo de persona te va a tocar, pudiendo ser una mujer fea, un viejo cascarrabias, un señor maduro con bigote teñido con "JUST FOR MEN" o hasta uno de esos sujetos "fashion" que se creen divas.
La verdad es que no me siento nada tranquilo el hecho de acudir a que me recorten el cabello, ojalá que no nos tuviera que crecer, o de perdido que se un par de veces en la vida que tengamos que hacerlo. Pero no, hay que ir cada mes si tes gusta tenerlo corto o cada dos o 3 meses si te gusta tenerlo relativamente largo. Declaro que el poco mas de año y medio que me lo deje largo fue genial no tener que ir a visitar a una de esas asquerosas personas que luego luego si les gustas te dan una manoseada sabrosa que ante los gestos de desprecio no puedes hacer nada porque estan haciendo su "trabajo".
Ustedes dirán que exagero pero para mi si es complicado, y es que encontrar una persona que me haga un buen corte siempre ha sido muy difícil. Al primer momento que sacas un recorte de una revista y les intentas explicar como lo quieres te muestran cara de "ay si tu pinche naco, jamás te vas a ver como él", Ohhh pues para que preguntan como lo queremos ¿No?
No saben como desearía tener una amiga que haga cortes de cabello y me atendiera desde la comodidad de mi casa, tomando las chelas y con la confianza de decirle: "Mira pendeja lo quiero así y de esta manera y hazlo bien o no disparo la otra ronda de chelas".

Les dejo esta imagen extraída del blog del Falso Profeta que no es mas que el mismo retrato de mi situación dibujada en una computadora con MS PAINT. Cada que la veo me desprende risas jajajaja.

¿Alguna de ustedes bellas chicas lectoras sabe cortar el cabello? ¿Podría alguna darse una vuelta a mi casa y hacerme un corte de cabello de buena manera y con amor a su trabajo? Les ofreceré galletitas caseras y un vaso de limonada si no beben alcohol =)

En fin, mañana me toca ir, tengo miedo otra vez pero ni modo, la greña empieza a sacarme gallitos que ni litro y medio de gel me lo arregla. Ya voy a dormir (a intentar) y relajarme para mañana. Nos vemos.