En dientes limpios no entran moscas.
La semana pasada cuando aún me encontraba de vacaciones y sin hacer nada, me pregunté a mi mismo: ¿por qué no haces algo de provecho por tu salud? y fue que me levanté para ir a tomar un vaso con agua... luego de eso me pregunté de nuevo: ya en serio, ¿por qué no haces algo de provecho por tu salud? Fue ahí donde decidí ir al dentista a que me dieran una checadita para estar seguro que todo estaba bien con mi higiene bucal. Error. Para empezar, ese día que fui llegué temprano para ser de los primeros pero creo que me excedí. Llegué a las 11:30 a.m. sabiendo que las fichas para consulta se dan a las 12:30. Lo cual fue una mentirota por parte de la señora que atiende eso ya que en realidad se reparten a la 1:30 y la consulta comienza a las 2, lo cual es otra mentirota porque el pinche dentista se asomó como a las 2:20 y no fue sino hasta las 2:40 que me atendieron.
Mientras esperé esas largas horas, prácticamente pude sentir como si las arrugas se apoderaran de mi piel, así como si cientos de arañas recorrieran mi cuerpo para anidarse y reproducirse, quedando envuelto en un capullo de telaraña para finalmente convertirme en una gigante, corpulenta, llamativa, colorida y muy atractiva mariposa... eso si, bastante varonil.
Durante todo el tiempo que me la pasé esperando pude hacer lo siguiente:
Y aún así, luego de pensar en todas esas cosas, noté que solo habían pasado 27 minutos. No me quedó más que sacar mi iPod y twittear un poco. No tardé en reaccionar que no estaba en un nosocomio de 4 estrellas, sino que estaba en el Seguro Social y que apenas cuentan con sanitarios y mucho menos tendrían señal de WiFi gratuita. Observé los juegos que tenía disponibles y fue uno de carreras llamado Need for Speed el que escogí para distraerme. No pasaron más de 15 minutos para que el aparato de última generación me dijera que estaba por agotarsele la batería. Yo no sé porque inventan cosas ultra modernas capaces de predecir hasta de que te vas a morir, si cuando los necesitas resulta que les quedan poca pila.
Contemplar a mi alrededor fue lo único que me quedaba por hacer. También decliné esa opción al ver la cantidad de enfermos que pasaban junto de mi. Temí por mi integridad y que alguno de esos enfermos me contagiara algo por tan solo mirarlos. Algunos con vendas, otros con muletas o sillas de ruedas. Había quienes traían ronchas en la piel o quienes se rascaban sin cesar como changos en celo. Me agaché en el piso y me hice bolita a fin de no obtener ningun virus de los que caminaban por ahí. Bueno, no hice eso pero ganas no me faltaban, así como de envolverme en un plástico enorme sin importar si moría asfixiado; eso sería mejor a que un peléle pase por tu camino y te pegue quien sabe cuanta bacteria traiga en su sistema. Eww.
Los minutos largos y las horas lentas se hicieron venir como si fuese trámite burocrático gubernamental. Toda una vida se te va en la espera, de veras. Por fin tocó mi turno y la "señorita" con cuerpo y cara de cincuentona me mandó llamar: Sr. Novak, su turno.
Tratar de levantarme fue un poco doloroso porque ya traía los músculos demasiado atrofiados y entumidos. Mis piernas no me respondían mucho y mis nalgas... pues a ustedes no les importa nada que tenga que ver con mis nalgas.
Entré al consultorio y el dentista hizo su trabajo. Debo decir que si bien no tengo los dientes más parejos como teclas de piano, ni tan blancos como ver el resplandor de una bomba de hidrógeno al estallar estando a tan solo 10 metros, sí poseo una buena dentadura libre de caries y demás problemas bucales.
Terminando la revisión incompleta (porque solo me revisaron la dentadura de abajo y que la de arriba se haría la semana siguiente ¬¬) pensé que sería todo el martirio por ese día. Pues no.
Afuera ya me esperaban un par de enfermeros invitandome a pasar al módulo de PrevenIMSS para que me atendieran y me orientaran un poco más sobre mi salud. Obvio a mi esas chingaderas no me llaman la atención puesto que yo soy un chico bastante fuerte, saludable y muy guapo, me veo todos los días en el espejo y me doy cuenta de ello. Sin embargo, esos malditos me hablaron tan bonito que no pude decirles un no. Y eso que estaban bien feos.
Ya que estaba en el hospital no me vendría mal una revisadita -me dije. Error.
Me tuvieron esperando como 30 minutos más y eso que yo era el segundo en turno. Y no pude levantarme para retirarme porque anteriormente me habían pedido mi carnet para amarrarme, obligandome a esperarlos.
Por fin me llamaron y entré. La gran revisión solo consistió en que me pesaron, me dieron un cepillo dental, 4 preservativos y verificaron que no pareciera que tuviera alguna enfermedad mortal. Me ofrecieron ponerme una vacuna de antitetánica a la cual accedí estúpidamente pensando que de algo tenía que valer la pena tanta espera. Error. Me aplicaron tal vacuna pero no me avisaron que me iba a doler por 5 días. No será un dolor insoportable el que genera pero si es bastante molesto, tanto que no podía dormir encima del hombro donde me la aplicaron. Tampoco podía levantar tarros de cerveza muy grandes con ese mismo brazo. Damn.
Y eso fue todo por su parte, ni siquiera una plática de interés social, algo que me hiciera ver que puedo ser escuchado y que le importo a alguien. No había una trabajadora social que me preguntara si me encontraba bien, si era feliz, o si tengo twitter para que me comenzara a seguir y así tener una follower más incrementando el nivel de mi autoestima en una rayita más. Y no solo eso, pude ver como a las personas de edad mayor les atienden con mayor tiempo bajo el argumento de que ellos necesitan una revisión especial ¿acaso yo no soy especial? ¿acaso no es éste un país que lucha por la igualdad? ¿por qué debería recibir más atención un viejito arrugado y feo que un jóven apuesto e inteligente como yo? Eso se llama discriminación, señores.
Y ya, fin con esta aventura post traumática en el hospital. Por si quieren recordar la de la otra vez pueden hacer click a este link.
Consejo 1: Cuando puedan evitar ir al Seguro Social ¡Háganlo! Si pueden pagar un médico particular mucho mejor, de lo contrario háganse bolita en su cama y al cabo de unas horas se les pasará un poco el dolor.
Consejo 2: Lávense bien los dientes, los de enfrente de arriba hacia abajo y viceversa. Las muelas se cepillan en forma circular. No olviden la lengua. Esto después de cada comida o de tener sexo oral.
Consejo 3: Por favor, lo más importante, chicas, por lo que más quieran USEN HILO DENTAL, sus hombres se lo van a agradecer. You know what I mean.
Moraleja: En dientes limpios no entran moscas... ¿o cómo era? ah si... usa hilo dental y obtendrás el empleo... bueno, algo así.
Mientras esperé esas largas horas, prácticamente pude sentir como si las arrugas se apoderaran de mi piel, así como si cientos de arañas recorrieran mi cuerpo para anidarse y reproducirse, quedando envuelto en un capullo de telaraña para finalmente convertirme en una gigante, corpulenta, llamativa, colorida y muy atractiva mariposa... eso si, bastante varonil.
Durante todo el tiempo que me la pasé esperando pude hacer lo siguiente:
- Medité sobre los conflictos existenciales de la humanidad.
- Conté hasta 8348, que fue donde me aburrí y suspendí mi conteo.
- Analicé los problemas de mi vecina con su hijo el drogadicto y por que la dejó su marido para irse con otro hombre.
- En base a estadística supe cuantos niños, ancianos, hombres, mamás y jovencitas embarazadas prematuramente estaban en el piso que yo. Y por las facciones pude deducir cuantas de ellas serían madres solteras.
- Intenté recordar los elementos de la tabla periódica... en orden.
- Reflexioné el programa económico 2011 llegando a la conclusión que es un timo como el resto de los programas que el gobierno crea.
- Resolví la ecuación: an(x)dny + a n-1(x) d n-1y + a1(x)dy +a0(x)y = g(x) (de manera mental claro está)
- Y finalmente quise recordar el nombre de los 101 dalmatas pero creo que no tienen nombre.
Y aún así, luego de pensar en todas esas cosas, noté que solo habían pasado 27 minutos. No me quedó más que sacar mi iPod y twittear un poco. No tardé en reaccionar que no estaba en un nosocomio de 4 estrellas, sino que estaba en el Seguro Social y que apenas cuentan con sanitarios y mucho menos tendrían señal de WiFi gratuita. Observé los juegos que tenía disponibles y fue uno de carreras llamado Need for Speed el que escogí para distraerme. No pasaron más de 15 minutos para que el aparato de última generación me dijera que estaba por agotarsele la batería. Yo no sé porque inventan cosas ultra modernas capaces de predecir hasta de que te vas a morir, si cuando los necesitas resulta que les quedan poca pila.
Contemplar a mi alrededor fue lo único que me quedaba por hacer. También decliné esa opción al ver la cantidad de enfermos que pasaban junto de mi. Temí por mi integridad y que alguno de esos enfermos me contagiara algo por tan solo mirarlos. Algunos con vendas, otros con muletas o sillas de ruedas. Había quienes traían ronchas en la piel o quienes se rascaban sin cesar como changos en celo. Me agaché en el piso y me hice bolita a fin de no obtener ningun virus de los que caminaban por ahí. Bueno, no hice eso pero ganas no me faltaban, así como de envolverme en un plástico enorme sin importar si moría asfixiado; eso sería mejor a que un peléle pase por tu camino y te pegue quien sabe cuanta bacteria traiga en su sistema. Eww.
Los minutos largos y las horas lentas se hicieron venir como si fuese trámite burocrático gubernamental. Toda una vida se te va en la espera, de veras. Por fin tocó mi turno y la "señorita" con cuerpo y cara de cincuentona me mandó llamar: Sr. Novak, su turno.
Tratar de levantarme fue un poco doloroso porque ya traía los músculos demasiado atrofiados y entumidos. Mis piernas no me respondían mucho y mis nalgas... pues a ustedes no les importa nada que tenga que ver con mis nalgas.
Entré al consultorio y el dentista hizo su trabajo. Debo decir que si bien no tengo los dientes más parejos como teclas de piano, ni tan blancos como ver el resplandor de una bomba de hidrógeno al estallar estando a tan solo 10 metros, sí poseo una buena dentadura libre de caries y demás problemas bucales.
Terminando la revisión incompleta (porque solo me revisaron la dentadura de abajo y que la de arriba se haría la semana siguiente ¬¬) pensé que sería todo el martirio por ese día. Pues no.
Afuera ya me esperaban un par de enfermeros invitandome a pasar al módulo de PrevenIMSS para que me atendieran y me orientaran un poco más sobre mi salud. Obvio a mi esas chingaderas no me llaman la atención puesto que yo soy un chico bastante fuerte, saludable y muy guapo, me veo todos los días en el espejo y me doy cuenta de ello. Sin embargo, esos malditos me hablaron tan bonito que no pude decirles un no. Y eso que estaban bien feos.
Ya que estaba en el hospital no me vendría mal una revisadita -me dije. Error.
Me tuvieron esperando como 30 minutos más y eso que yo era el segundo en turno. Y no pude levantarme para retirarme porque anteriormente me habían pedido mi carnet para amarrarme, obligandome a esperarlos.
Por fin me llamaron y entré. La gran revisión solo consistió en que me pesaron, me dieron un cepillo dental, 4 preservativos y verificaron que no pareciera que tuviera alguna enfermedad mortal. Me ofrecieron ponerme una vacuna de antitetánica a la cual accedí estúpidamente pensando que de algo tenía que valer la pena tanta espera. Error. Me aplicaron tal vacuna pero no me avisaron que me iba a doler por 5 días. No será un dolor insoportable el que genera pero si es bastante molesto, tanto que no podía dormir encima del hombro donde me la aplicaron. Tampoco podía levantar tarros de cerveza muy grandes con ese mismo brazo. Damn.
Y eso fue todo por su parte, ni siquiera una plática de interés social, algo que me hiciera ver que puedo ser escuchado y que le importo a alguien. No había una trabajadora social que me preguntara si me encontraba bien, si era feliz, o si tengo twitter para que me comenzara a seguir y así tener una follower más incrementando el nivel de mi autoestima en una rayita más. Y no solo eso, pude ver como a las personas de edad mayor les atienden con mayor tiempo bajo el argumento de que ellos necesitan una revisión especial ¿acaso yo no soy especial? ¿acaso no es éste un país que lucha por la igualdad? ¿por qué debería recibir más atención un viejito arrugado y feo que un jóven apuesto e inteligente como yo? Eso se llama discriminación, señores.
Y ya, fin con esta aventura post traumática en el hospital. Por si quieren recordar la de la otra vez pueden hacer click a este link.
Consejo 1: Cuando puedan evitar ir al Seguro Social ¡Háganlo! Si pueden pagar un médico particular mucho mejor, de lo contrario háganse bolita en su cama y al cabo de unas horas se les pasará un poco el dolor.
Consejo 2: Lávense bien los dientes, los de enfrente de arriba hacia abajo y viceversa. Las muelas se cepillan en forma circular. No olviden la lengua. Esto después de cada comida o de tener sexo oral.
Consejo 3: Por favor, lo más importante, chicas, por lo que más quieran USEN HILO DENTAL, sus hombres se lo van a agradecer. You know what I mean.
Moraleja: En dientes limpios no entran moscas... ¿o cómo era? ah si... usa hilo dental y obtendrás el empleo... bueno, algo así.
9 comentarios:
chale... esas largas horas son terribles y más si no eres de esas personas que se sientan orgullosas de su paciencia... pero si, eso de ir al seguro es una cosa terrible por la gran cantidad de gente que hay... :S
Hey que bueno amigo.. que se preocupe por su salud.
Me desespera ir
al seguro social.
Un abrazo!
Worale cuantas reflecciones an tan poco time! :P
Y pus, como escribes, lo mejor hubiera sido que pagaras a un dent part. :) (o mínimo es mejor con el Dr. Simi, al caso es la misma chingadera que el IMSS trad: Importa Madre Su Salud) :s
Estamos en Frecuencia.
P.D. Señoritas: Si van a la playa (también usen hilo) :)
Buaaaa odio ir al IMSS yo le pensaba para ir y mira que me quedaba cruzando la calle XD pero bueno cuando a Dan le dio Varicela hace ya 3 años tuvimos que darnos de alta e ir por la incapacidad que era necesaria para su trabajo.
Y bueno despues fuimos varias veces como dices a prevenimss y pues si nadamás te vacunan te dan cepillo una pastilla para que veas si tienes placa y tus condones ah y te pesas y te miden la cintura para ver que tan obeso estas, lo que me daba risa porque la enfermera estaba más gorda que yo pero bueno.
Al dentista al imss no fui, ahi si particular, y la verdad es una lata eso de ir a sacar cita casi se pierde toda la mañana ahí.
Me encanto eso de la mariposa varonial #ajasi y lo de hacerte bolita jajajjaja XD
saludos!
Hola! Mi nombre es Elizabeth Alfaro y soy estudiante de comunicación en México, en la Universidad Autónoma de Coahuila. Actualmente estoy en proceso de realización de mi tesis de tiulación y lleva por nombre "Querido Diario" con el que pretendo conocer los usos y las gratificaciones de personas que utilizan los blogs personales
Tu blog me interesa, y me gustaría contactarte para realizar una entrevista de manera electrónica.
Te dejo mi correo: elity1417@hotmail.com o bien alfaqe@gmail.com
Espero tu respuesta!
De antemano gracias! :D
Yo sé lo que es eso, yo lo sé y muuuuuuy bien... de hecho, cof, cof, ni ahora que estuve trabajando en el Seguro consultaba ahí :/ seré bien pinche mamona, pero mis dientecitos no los toca nadie mas que mi dentista particular, en serio que ir ahí a veces hace que salga más caro el caldo que las albondigas :S
Yo aprendí a lavarme los dientes con Plaza Sésamo, jo!
Saludos;
Amiguito (diras y esta vieja confianzuda en q cantina la conoci?)todo ese tiempo desperdiciado t lo hubieras (palabra q no existe) ahorrado si fueras con un dentista particular jejejeje
Atte. La Dientista
Saludos
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