Mejoremos esa actitud
Ayer por la tarde me dispuse a ir al cine más lejano que tuviera para ver la película del superhéroe del momento. Y digo el más lejano porque en ocasiones nos queremos ir por el lado opuesto de todo y creemos que un recorrido tardío en llegar a nuestro destino nos ayudará a despejar un poco la mente que en ocasiones la tenemos más revuelta que una panza en plena cruda. Bueno, quizá eso sólo lo pienso yo.
Llegué a tiempo para comprar boletos y ver la función, y hasta me di el lujo de visitar las tiendas antes de entrar a ver la película. Para cuando ya era hora de meternos al cine, me acerqué a la dulcería con la finalidad de comprar la debidas, golosinas y refrescos necesarios para ver gustosamente el filme. Para mi mala fortuna, me tocó la empleada más ineficiente y más tardada. Hubieran visto la cara de hueva que tenía y la lentitud con la que me atendía. No quise ser grosero y apurarla pero estaba que rajaba madres por su actitud.
Mis acompañantes tuvieron la consideración de esperarme y no entrar a la sala mientras compraba en dulcería, y claro, después, al querer ocupar asientos buenos, ya estaban todos ocupados por lo que no nos quedó que ir hasta adelante.
Fue la primera vez (y juro que también la última) que me tocaba ocupar esos lugares. Uno piensa que quizá no es para tanto porque en los comerciales de Cinépolis siempre aparecen en la primera fila y se ven muy divertidos y echando desmadre. La realidad es que es incómodo y lo peor, no se aprecian los detalles de la película.
Con un temperamento bravío por la situación, no me podía concentrar en ese previo a comenzar la película que quieres ver. Ya no tenía ilusión ni nada y hasta consideré por un momento el querer abandonar la sala y regresar otro día a verla como debe ser.
Sin embargo, me contuve cuando más personas que igual entraron tarde, se sentaron en la misma fila que nosotros y dije: "al menos no somos los únicos pendejos". Eso me calmó.
La película dio inicio y yo seguía con mi cara larga (eso sí, mi cuerpo redondo no se alargó, snif) pero a medida que la proyección se iba desarrollando, poco a poco iba olvidando el motivo de mi enojo.
Y mi punto de hoy es que, entre que analizaba esa situación y me concentraba en la trama de lo que veía, pude razonar y comprender como es que tenemos la enorme capacidad de la adaptación.
En lo personal no me gustan los cambios. Sé que a veces es bueno salir con algo improvisado y hacer algo distinto, pero si pudiera llevar un plan de mi vida trazado estratégicamente y pintado en un horario y un organigrama yo sería muy feliz. Soy como un Sheldon Cooper, pero con 285 puntos menos de IQ y con 620 puntos más de guapura, eso sí. Quizá piensen que es algo aburrido pero así me gusta controlar mi vida.
Es por eso que encajo a la vida diaria ese momento bochornozo e inquietante que viví. Resulta que en algún momento de nuestra vida tenemos que pasar por circunstancias fuera de nuestro alcance y nos guste o no, las tenemos que cumplir. O a lo mejor no las tenemos que, pero si no lo hacemos, las cosas se pueden poner peor.
Miren que luego de una hora viendo la película en esa primera, cercana e incómoda fila, había momentos en los que reí (pese al poco y mal humor de la película) y momentos en los que me emocioné con las batallas de Spidey.
Es claro que a todos nos pasa algo así, pero creo que lo más importante es tomarlo con actitud y decir un "pues ya qué", pero nunca con un tono de resignación sino con uno de "saquémosle provecho a esto".
Siempre que nos encontremos ante una adversidad, habrá que superarla a medida que esta se deje. Podrá ser algo muy difícil o algo tonto como aceptar quedarse a ver una película en la primera fila; pero siempre hacer las cosas con actitud, y de la buena.
De la película sólo puedo decir que es una lástima que no haya roto expectativas. Le hizo falta imaginación. Es una película de bajo presupuesto donde desaprovecharon el tener al actor idóneo para la encomendada tarea. Por que Andrew Garfield encajaba perfectamente en esto, ya que era el chico flacucho de altura mediana que le da la sensación de ser el verdadero Spiderman a diferencia del anterior Tobey Maguire que se veía chaparro y regordete.
Le faltó madrazos y explosiones a la película, y fue muy pobre en el misterio que le manejaron. Si la ven, coincidarán conmigo que la manera en que obtiene sus poderes es muy ridícula. Se los voy a adelantar. Resulta que se pincha con una aguja que previamente tenía ADN de rata radioactica. Sí, ¡rata!, una a la que previamente le habían inyectado ADN de araña. Les digo que todo está bien raro y fuera del fundamento original.
No es cierto, así no obtiene el piquete, pero cuando la vean me vienen a platicar. Jeje.
El cameo que hace Stan Lee es de los mejorcitos que ha hecho; en mi opinión.
Para no hacerlo tan largo, lo mejor de la película fue Emma Stone. De rubia se ve... no no no, vayan a verla, chavos.
Sé que en general la película no me impresionó porque cuando salí de la sala no tuve ni la más mínima fantasía sobre mí escalando las paredes y columpiándome por encima de los que aún iban a comprar sus boletos. Eso sólo me sucede cuando veo una película y al salir inmediantamente de la oscuridad de la sala, no termino de romper el trance emocional al que me somete una buena historia llena de efectos, sangre y acción.
En fin, la frase de la semana para que reflexionen: ¡Haz de tu actitud, tu mejor virtud!
Cuídense.
PD: Sigo depositando mis esperanzas en Batman: The Dark Knight Rises.
3 comentarios:
De nada sirve tener mala actitud.
Hay que verle el lado positivo a todo.
Aunque quizás sea la menos indicada para decirte que hay que tener buena actitud...
Saludos. :)
Me pasó cuando fui a ver 'Juay de rito', llegamos tarde a la sala e igual primera fila, me chocó pero sonreí y mejor disfruté la película.
Suelo tener actitudes muy negativas, sobretodo con mi familia, eso de llevar la contraria y ser pesimista me sale muy bien. Trato de cambiar eso.
Lo mismo pienso de las películas, si no sales malviajado del cine no fue buena, para mi claro.
Que estés bien :)
Aaa... conque eres un controlador... Lástima/fortuna porque es lo bueno/malo de la vida; el control de las cosas. Dejémonos llevar por la vida, y nos llevaremos lo mejor (8)
Abrazo!
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