El table dance es para nacos

"Que les cuento que ayer cuando salía a eso de las 8 del trabajo estaba un poco cansado porque ya era jueves, solo quería llegar a mi casa a descansar y ver un rato la televisión. Ya cuando estaba checando la salida me dice un amigo, Rufino, Ruffo para los cuates, que si no quería ir a echarme unas chelitas. Desde luego que no tenía ganas para meterme alcohol, lo único en lo que pensaba era en llegar a casa a remojar mis pies en los merjunjes secretos de la abuela y nada mas, pero cuando me dijo que iban a ir los demás de la oficina a un table dance, les juro que hasta sonreí y claro que me apunté. Llegamos y pues obvio siempre hay gente por ser viernes, pero tuvimos suerte y pedimos una mesa cerca de la pista para ver mejor a las chicas. No lo van a creer, gasté mas de $800 ayer, mas de media quincena me chingué en un ratito, pero ahh valió la pena, que nenas estaban con nosotros. Una de ellas me bailó 2 veces en un privado, es que si la vieran, no me creerían, pagan lo que sea porque les baile a solas. La otra semana regresaré porque en esta ya no me queda ni para tragar. Pero de que regreso, regreso, creo que me enamoré" Esta y otras situaciones y anécdotas me han contado varios de mis amigos que disfrutan de ir a un centro nocturno, a un "club para caballeros" o comúnmente llamado, a un "Table Dance". Tengo amigos incluso que ya son casados y aún con los gastos y responsabilidades que les genera el tener una familia siguen asistiendo a estos concurridos lugares. ¿Pero por qué acuden? ¿Qué tiene de interesante? ¿Por qué los hombres se apasionan?

Para resolver estas dudas me tuve que sacrificar y acudí a uno de estos lugares para indigar un poco y hacer mi investigación correspondiente para poder tener material sustentable para mi post, y todo lo hice por ustedes, para que gocen de leer información verídica y comprobable, ya lo sé, de nada.
Y no saben lo complicado que se me hizo entrar al lugar que me recomendaron porque según no me veía con edad para entrar ni porque les enseñé mi credencial de elector. Se nota que son lugares muy seguros.

Ok nadie se creyó esa parte, y obvio es mentira. Aunque lo de que dudan sobre mi edad es cierto, ¿Qué quieren? La cara de niño la tengo ^__^

Bien, ya hablando en serio si he acudido a un lugar de esos desde hace mucho. Tenía 18 años cuando pues por romper la curiosidad y tras la insistencia de muchos compañeros de clase fue que me decidí aventurarme a traspasar la bien resguardada entrada de un cabaret solo con la convincente idea de poder revelar la verdad y no ser engañado en un futuro.
Siempre que mis amigos comentaban que acudieron el fin de semana pasado o que se volaron las clases solo para ir a tomar un par de cervezas, mostraban el mismo entusiasmo que un niño de 6 años común y corriente genera y refleja en sus ojos luego de ir al circo o a unas piñatas. Y digo niño común y corriente porque al menos de mi parte eso me parecia muy aburrido.
Sus descripciones no se basaban en lo elegante del lugar, las ricas botanas, las oportunas promociones o el excelente servicio que valet parking que recibieron. Todo se basaba (y se sigue basando) en una sola cosa... las chicas que se "agarraron".

"Es que no mames, no es como que las tengas en frente. Sus negras cabellera, brillantes, sedosas. El perfecto maquillaje que tenían, esos labios rojos, unos ojos que me pedían que les invitara una copa que no'mas no te puedes resistir. Si vieras sus trajes que suelen usar. En ellos te dejan ver sus escotes, y a su vez un par de voluminosos senos que jamás has visto tal cosa. Sus caderas, su forma de menearse cuando caminan, sus voces. La forma en que se llevan las manos a sus cinturas, el cigarro es un plus desde luego. Esas piernas que te invitan a tocarlas, tan cuidadas ellas. Las chicas mas sexies del planeta para que me entiendas pues"
Me solían comentar mis amigos, y ante tales detalles la verdad es que uno se queda con ganas de ver con los propios ojos para que no le digan y para que no le cuenten. Total que de tanto que me lo decían se iba creando en mi mente cierta imagen perfecta en la que la chica soñada, al menos físicamente, se encontraba en esos lugares. Yo siempre me llegué a imaginar algo así:

Uno con esos antecedentes y con el "anímate, te la vas a pasar bien" pues después de tanta negación termina por acudir, pero cuando una persona como yo que tiene el sentido de la apreciación de la realidad a un nivel muy elevado así como el mio, se encuentra con esto:

-¿Qué carajos son esas cosas?
-Pus las viejas goey. Anda buscate una y llamala para que venga a cotorrear con nosotros.
-¿Cotorrear? No mames. Esas señoras dan asco, y al parecer todas están así. ¿En serio aquí gastan su dinero?
-Oh pinche fresita, no seas aguafiesta y escoge. Esto no es las vegas. No seas joto y pide una vieja.

"No seas joto".... Yo no sé si las personas que acuden a estos lugares en verdad van por demostrar su hombría o de plano su auto estima es deplorable que saben que no son capaces de utilizar la magia de la seducción y atraer mujeres de la manera tradicional sin estar rentándolas por $80 lo que dura una copa.
Recuerdo que desde la primera vez que asistí, me mostré verdaderamente apático e incómodo y lo que hice fue cruzarme de brazos y tratar de llevar mi mente lo mas lejos que pudiera para que el tiempo pasara rápido o que el dinero de mis amigos se les agotara pronto.
Sin duda alguna, no es tan simple mal viajar, digo si ya estás ahí, lo único que queda es "apreciar" los bailes eróticos que las bailarinas ofrecen. Pero si vieran que en la mayoría de los centros nocturnos que he acudido las mujeres bailan con tal hueva que parece que es su show número 46 de la noche de manera ininterrumpida. Eso sin contar con lo horrible que es ver el desborde de las lonjas de las que están en el tubo y que de una manera totalmente "femenina" y "sensual" se van deshaciendo de sus ropas íntima. En verdad es deplorable y triste.

Pero uno no simplemente acude a dichos lugares para ver, claro que no, "el chiste" es traerte a una mujer de esas a la mesa para que le invites a una bebida y se pueda sentar en tu regazo de tal forma que entre el juego disfrazado y patético donde uno como cliente se ve interesado por el nombre de la chica y le hace preguntas ridículas y gastadas como ¿De dónde eres?, ¿Hace cuanto te dedicas a esto?, ¿Vas al cine?, ¿Eres casada?
Osea que mamadas. Ya también que le pregunten si hicieron su primera comunión o si vieron el último capítulo de la telenovela.
Por su parte las bailarinas participan en el juego y se prestan a responder dichas preguntas y obvio ya saben su oficio, demuestran interés en lo que les preguntas y rien todas dadivosas ellas por permitirles sentarte en sus piernas y contarles algo breve de tu patética vida que la cual consiste en trabajar mucho para ganar poco e ir a tirarlo en una zorra de $3. Pero esa es su profesión.

-"Ay Novak, lo que pasa es que tú eres bien joto. Una vieja es una vieja y el chiste es manosearlas. Además si hay mujeres bonitas".
Indiscutiblemente, hay mujeres muy guapas a las que he visto en las escasa ocasiones a las que me he permitido entrar a uno que otro centro nocturno. Me ha tocado ver escenas cercanas a mi mesa en donde observas a esas chicas y aunque muy pocas, algunas bailarinas de verdad que son hermosas por lo que te cuestionas que tan miserable es su vida como para que una muchacha tan bella termine en las piernas de un mugroso y apestoso albañil el cual le introduce la lengua con aliento aguarrientoso y le pasa las manos sucias y callosas de tanta mezcla, por todo su deslumbrante cuerpo mientras ella finge divertirse y excitarse al máximo.

Luego como si nada, al término de su bebida, se leventa, se introduce los senos en la blusa, se acomoda la minifalda y habla a un mesero para hablar un poco con él. Toma su bolso, saca un poco de perfume barato y se lo aplica en el cuello, levanta la mirada y te descubre que la observas solo para que sensualmente se acerque a ti con una sonrisa tan pícara como sus intensiones. Ya estando al pie de tu mesa, te dice: Hola guapo, ¿No me invitas una copa?
No mameeeeeeeeeen. Que pinche asco. No sé ustedes cabrones, pero eso a mi no me late nada. Ver que ante tus ojos una golfa es ultrajada por una persona (que en su mayoría es un obrero que recién sale de su trabajo que resulta ser una obra de construcción cerca de ahí) y que después te pida le hagas lo mismo por una módica cantida que va desde los $80 hasta los $200 por copa, como que no chinguen mamen.
No sé si eso tenga que ver con poner en duda mi hombría y mi masculinidad, pero de que no me gustan los table dances, no mas no. He dicho.
No le veo la necesidad que experimentan ciertos hombres en ir y gastar muchísimo dinero con tal de que les sean permitidos por unas mujeres de la vida galante el que sus manos exploren tantito la anatomía femenina por el valor de unos cuantiosos billetes. Me es enteramente patético ver las caras sonrientes de algunos de mis amigos cuando uno menciona la idea de ir a un lugar de esos en vez de juntarnos en casa de alguien por ejemplo. Se sienten tan triunfantes, tan masculinos, tan hombres luego de venir de recibir un baile por la chica que escogieron y que les costó unos $150 por 3 minutos que me da ganas de vomitar. Pero eso si, no te atrevas a mencionar que no te parece porque te tachan de que eres el puto del grupo. Idiotas. Vaya felicidad la de algunos ¿No les parece?

Me considero afortunado de que luego de varios disgustos de mi parte al llevarme de sorpresa a esos centros nocturnos, por fin han aprendido que cuando tienen ganas de ir, ese día no me incluyen en su salida y pasan a comentarme días después los detalles de cuanto gastaron y a cuantas gordas les invitaron cerveza. Pero apesar que ya van un par de años que no he ido a un table dance, tal vez me animaría a ir uno siempre y cuando las chicas bailaran de la siguiente manera:

Si bien sigue sin parecerme excitante, al menos si lo veo entretenido y verdaderamente artístico, digno de llamarse un show de calidad y sin despojarse de ninguna prenda de ropa y sin caer en la vulgaridad. Es de admirarse como esas chicas si son profesionales y si se esfuerzan por lograr algo.

Nos leemos.