Entrevista con el Hombre Invisible

Como parte de las innovaciones que tenía pensando para este blog pensé en la integración de nuevas secciones que le den vida a nuevas ideas y nuevos textos esperando que sean del agrado de ustedes, ya sea de manera total o al menos parcial, y si no, ya de plano que finjan que sí les gustó porque sí me toma un poco de tiempo en pensar las tonterías que les estaré presentando en las diferentes secciones.

Para dar inicio a esto les traigo -e inauguro a la vez- la primera entrega de lo que será la sección de "Entrevistas", donde haré preguntas a un personaje famoso, típico o peculiar y este a su vez las responderá. Sí está claro de que trata la sección ¿No? igual y lo puedo repetir, ustedes díganlo con confianza que para eso soy su amigo.

Para padrino tenía que encontrar a alguien que de verdad cause impacto y curiosidad así que estuve averiguando y lo que a simple vista me llamó la atención fue la imagen del Hombre Invisible. Con ustedes damas y caballeros, ricos y pobres, jóvenes y rucos, etc y etc, les dejo con la entrevista.

*Se encienden las luces del set para ver mejor al invitado.

—Muy buen día tengas, Hombre Invisible, te agradezco mucho me hayas aceptado esta invitación para esta nueva sección en mi blog.

—No agradezcas, Novak, en verdad no tenía nada mejor que hacer, y de aburrirme solo en casa a venir acá a perder el tiempo pues...

—Eh... sí, agradezco tu sinceridad. Comencemos de una vez ¿Te parece? Dime entonces, ¿Es difícil ser tú? ¿Qué es lo que detestas en realidad de tu cualidad?

—La verdad es que quisiera que la gente me deje de ver como una celebridad. Estoy harto de que la gente me identifique cuando voy llegando a algún lugar y grite: "¡Miren! Ahí viene el hombre invisible". Yo no tengo habilidades artísticas. No bailo, no canto, no soy un deportista con capacidades, ¡Vamos! ni siquiera me gusta llamar la atención. Lo único que quiero es que la gente vea a través de mí y pueda ver en mi interior todo lo que tengo para dar y mostrar.

—Claro. Cuéntame, ¿Qué tiene de cierto eso de que eres un experimento fallido que tu padre efectuó en ti? La gente rumora que tienes los genes alterados por rayos Alfa, Beta y Gamma. Qué tu ADN tiene componentes raros provenientes de sustancias como la Coca-Cola, la sopa Maruchan y la sangre de camaleón. Que estás compuesto químicamente por elementos de agentes asépticos como el Maestro Limpio, Ace, Easy Of Bam y Cloralex, entre otros.

—Yo sé que la gente inventa muchas cosas solo para lastimar a las personas y crear controversias, pero te aseguro que lo mío es una enfermedad natural. Es más, Michael Jackson sufría de lo mismo que yo, Vitíligo en su fase extrema, solo que a él se le presentó de una manera muy lenta y a mí de manera muy prematura y acelerada. Cuando nací tenía la piel muy morena, cosa graciosa de hecho porque a mi papá le hacían la burla ya que él es blanco al igual que mi mamá, pero ella dice que nací así porque tenía unos parientes muy lejanos de piel morena. Y más gracioso aún porque conforme crecía y me hacía blanco le decían que era hijo del "lechero" que curiosamente era moreno. ¿Entiendes? Un lechero moreno...

—... Ajá...

—Total que al nacer yo era un lindo morenito que al tiempo que iba desarrollándome fui quedando blanco y más blanco hasta quedar transparente.

—Entiendo. ¿Y qué me dices de tu infancia? ¿A qué jugabas de niño con tus amiguitos?

—¡Uyy! Yo era el mero mero para el juego de las escondidas. Siempre confundía a mis amigos cuando decían: "Un, dos, tres para el Niño Invisible que está en... bueno, parece ser que se encuentra detrás de... o quizá..." Todos querían estar en mi equipo. En aquél entonces era popular.

Aunque también fui tan travieso que en repetidas ocasiones mi mamá me solía gritar: "¡Lárgate de aquí, ya no te quiero ver!"

—Ya veo, ¿Y que hay de la primaria? ¿Qué tal te fue en esa etapa?

—Ahí si me iba mal fíjate. Como tardé mucho en desarrollarme, de niño siempre fui el más bajo del salón y me ponían de primero en la fila que se formaba para hacerle honores a la bandera. Total que cuando las babosas de la escolta pasaban siempre me pisaban los pies con sus zapatotes de charol. Odié a la gordita que parecía lo hacía apropósito.

También era constante que se sentaban encima de mi cuando estaba en mi silla copiando la tarea de la pizarra. Y cuando Romina, la niña bonita de mi salón, no me veía y se sentaba en mis piernas no había problema, digo, era obvio que quedaba rojo de la pena pero eso era todo. Ahora que cuando Eliseo cometía ese error en serio que la pasaba mal. Y es que cuando un niño de 8 años que pesa 90 kilos se sienta en tu rezago... No no no, te juro que veía estrellitas de colores.

—¿Qué tal fue tu cambio de niñez a la adolescencia? Cuéntame de ello.

—Bueno, tuve momentos buenos así como malos. Lo bueno fue que la gente no pudo verme el acné que se me generó por los dichosos cambios hormonales. Tampoco tuve la necesidad de andar peinado con litros de gel para que no se me movieran los pelos.

Por otra parte cuando jugaba deporte no me iba tan bien. Cuando jugábamos fútbol o básquetbol parecía que éramos 4 contra 5. Y no, no era porque no me veían los contrincantes, es que la verdad fui muy malo para eso del deporte.

—¿Qué pasó en la preparatoria? ¿Eras bueno en la escuela? ¿Novias? ¿Borracheras? ¿Qué sucedió ahí?

—En realidad tampoco fui bueno para eso de la escuela. Y pensarás que yo era el mejor para eso de copiar pero la verdad es que no se me permitía. Los días que tenía exámenes los maestros tenían una técnica que compartían para que yo no tuviera oportunidad de hacer trampa. Y es que tenían una máscara de luchador, que por cierto era muy fea, era la de espectro, que me obligaban a utilizar para que detectaran si movía mi cabeza hacia los lados durante las pruebas.

Pero eso fue idea del profesor Melgoyo. Desgraciado, lo odié mucho tiempo, yo lo llamaba el maestro del cabello invisible.

—¿Y eso por qué?

—Pues porque no se le veía el cabello y nos dejaba ver su cabeza pelona y pecosa.

—Ah jajaja, qué divertido eres. Te veo como una persona muy graciosa. Pero sígueme narrando de tus experiencias en la preparatoria por favor.

—Claro, como te decía, nunca tuve novia en esa época, ya que las niñas de entonces decían que se sentían solas al platicar conmigo. De hecho todo el mundo dice eso, comentan que hablar conmigo es como hablar con la pared. Pero te juro que me distraigo fácilmente y pierdo el hilo de la conversación y luego ya no sé ni de lo que me están hablando.

¿Borracheras? Recuerdo las primeras veces con mi contacto con el alcohol. Para mí era raro tomar un vaso de algo transparente, y eso de tomar Vodka con agua mineral y hielos no me favorecía mucho. Me sucede como cuando tomo agua, siento que no estoy tomando nada porque no lo veo. Por ello es que yo tomo mucha Coca-Cola o líquidos altamente invisibles, digo, visibles... ya sabes, la costumbre.

—Perdona si me porto atrevido pero ¿Qué tal te fue en tu primer verdadero amor?

—¡Chispas! Qué pregunta más acertada haces, eh. Ahí si que me pongo triste de solo recordar, pero solo porque me caes bien, Novak, te contaré cómo me fue.

Recuerdo que una vez en una clase de la universidad, en una de tantas que entré como oyente ya que como te he comentado eso de las buenas notas no era lo mío, conocí a una chica que me llamó mucho la atención. La traté por un tiempo y al parecer ella me veía con buenos ojos, y eso a pesar de que tenía un alto grado de miopía. Pero si a ella no le importaba que la vieran con un fenómeno como yo pues a mí tampoco. La relación fue buena los primeros meses, pero luego ella dejó de ver algo en mí, o al menos eso fue lo que me dijo en una carta que me hizo llegar con su mejor amiga, porque hasta eso, no tuvo la decencia de cortarme cara a cara. Desde eso ya no creo en el amor.

—Ya para finalizar. ¿Es verdad el mito de que tienes por hobbie el espiar a las mujeres cuando se meten a bañar a las regaderas?

—Por favor, Novak, ¿Qué clase de monstruo me crees? Esas son cosas asquerosas que la gente inventa. Yo soy una persona totalmente normal, y que tenga esta peculiaridad no significa que me ande metiendo a los baños a ver mujeres desnudas. Yo hago lo que cualquier otro hombre normal haría. Yo instalo cámaras ocultas y las grabo. Me considero un vouyerista de profesión, es más si quieres te paso unos buenos videos a mitad de precio, ¿Cómo ves?

—No, gracias.

—Pues muchísimas gracias, Novak por haberme invitado a tu entrevista para esta sección, de verdad me la pasé bien.

—¿Algo que le quieras decir a mis lectores?

—Solo que si me llegan a ver algún día por allá no corran a pedirme autógrafos porque me enoja eso y pongo unas caras que a nadie le gustaría ver. También me gustaría dejarles el link de mi blog pero no sé que le moví el otro día y resulta que ya no se ve.

—Bueno, pues muchas gracias a ti Hombre Invisible y espero pronto tenerte de vuelta por acá para que hagamos otro post. Por de pronto espero que puedas regresar a leer los comentarios que seguramente los lectores te harán. Muchas gracias y hasta luego.

Espero les haya gustado esta entrevista que realicé al generoso y siempre bien visto como buena persona el señor H.I. Pudimos ver en su interior y nos dejó ver lo que hay en él. Originalmente esta iba a ser una entrevista videograbada, pero como él no se puede ver, y yo tampoco, digo, por eso de que guardo mi identidad, pues no tenía caso.

Y para que no digan que nunca se dio la entrevista les dejaré una foto de él que con ayuda de un truco de cámara pude hacer resaltar el perímetro de su cuerpo para que lo identifiquen mejor.

De todas maneras espero que les haya gustado la realización de esta serie de preguntas y esperemos que algún otro personaje se preste a esta sesión. Si ustedes tienen informes o desean recomendarme que entreviste a alguien, recuerden que lo pueden hacer a través de mi teléfono 01-800- I-LOVE-NOVAK, o bien, envíen un correo a ilovenovak@gmail.com, sus propuestas serán analizadas por mí para darles gusto.

Muchas gracias por su atención, y recuerden que los quiero mucho y les mando todo todo todo lo que me... ah esperen, eso no lo debí decir.

Nos leemos.